La receta de hoy nos transporta al pasado, a esos tiempos en que nuestras abuelas, y nuestras madres en éstas fechas preparaban los dulces navideños. Desde luego no había tantas variedades como hoy, pero lo que hacían era una verdadera delicia. Esta receta es de las de toda la vida, de las del pueblo, de esas que nos inundan toda la casa de un olor irresistible a almendra tostada, y las que nos devuelven a la cocina a nuestras madres y abuelas. Ésta de hoy, va por ti mamá.
MANTECADOS DE ALMENDRA
INGREDIENTES:
125 gr. de manteca de cerdo a temperatura ambiente
125 ml. de aceite de oliva suave
65 gr. de azúcar
65 gr. de almendra molida cruda
50 gr. de almendra cruda en cubitos
450 gr. de harina de trigo, aproximadamente
El zumo de media naranja grande, y su ralladura
Para decorar:
1 huevo
Almendras crudas enteras
Azúcar
PREPARACIÓN:
- Lo primero que haremos será tostar las almendras en cubitos, bien en el horno o en la sartén, sin nada de aceite y removiendo continuamente para evitar que se nos quemen. Cuando estén tostaditas, retiramos y dejamos enfriar completamente.
- En un bol amplio ponemos la manteca, el aceite, el azúcar, la almendra molida, el zumo de naranja y la ralladura. Mezclamos bien, agregamos los cubitos de almendra y removemos hasta integrarlos perfectamente.
- Vamos añadiendo la harina poco a poco, amasando y pellizcando con los dedos hasta conseguir una masa homogénea; que se pueda manejar bien con las manos, tipo plastilina.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Vamos cogiendo porciones de 40 gr., les damos forma de bolitas, las aplastamos hasta dejarlas de medio centímetro aproximadamente y las vamos colocando en una bandeja de horno con papel vegetal, separadas unas de otras y les vamos haciendo una pequeña marca con el dedo en el centro.
- Vamos colocando una almendra entera en el hueco del mantecado.
- Pintamos con huevo batido y los espolvoreamos generosamente con azúcar.
- Horneamos unos 23-25 minutos, hasta que estén dorados.
- Sacamos del horno, esperamos un poco y con mucho cuidado vamos pasándolos a una rejilla hasta que enfríen completamente.
- Para conservarlos en perfecto estado los pasamos a una caja metálica y así los podremos degustar varios días, como recien hechos.
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