miércoles, 24 de febrero de 2021

TARTA RED VELVET

 


Tenía muchas ganas de preparar ésta tarta, todo un clásico de la repostería americana  y por fin le llegó su hora, la hice para el día de San Valentín. Y fue todo un éxito, un bizcocho super jugoso, con ese color rojo aterciopelado tan bonito , y un frosting de queso crema suave, lo que hacen de ella una tarta delicada. Para conseguir ese rojo intenso en el bizcocho hay que utilizar un gel en pasta, si no conseguiríamos un color más amarronado en el bizcocho que no le daría ese aspecto tan bonito; para ello yo he utilizado el colorante rojo extra sugarflair. Y para el frosting hay que utilizar un azúcar glas muy fino, yo he utilizado el azúcar icing sugar glass extrafino; así nos aseguramos que la crema de queso nos quede perfecta con una textura muy fina. 




TARTA RED VELVET


INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
280 gr. de harina
3 huevos L
275 gr. de azúcar
120 ml. de aceite de oliva suave
2 cucharaditas de vainilla líquida o pasta de vainilla
15 gr. de cacao puro en polvo
240 gr. de buttermilk (que prepararemos con 220 gr. de leche y 20 ml. de zumo de limón)
1 cucharadita de levadura en polvo
1 cucharadita de bicarbonato
1/4 de cucharadita de sal
2 cucharaditas de vinagre de vino blanco
1 cucharada de colorante en pasta rojo

Para el frosting:
300 gr. de azúcar glass, preferiblemente icing sugar
500 gr. de queso crema tipo philadelphia
400 gr. de mantequilla a temperatura ambiente. 

PREPARACIÓN:

  • Empezaremos preparando la buttermilk, para ello añadiremos el zumo de limón a la leche, removemos y dejamos reposar mínimo 10 minutos. Cuando veamos que la leche parece que tiene grumitos, como que está cortada, ya la tenemos. Esto le aportará una jugosidad enorme al bizcocho. 
  • Ahora vamos a tamizar los ingredientes secos, la harina, el cacao, la levadura y la sal. Reservamos. 
  • Precalentamos el horno a 170º.
  • Con las varillas eléctricas, colocamos los huevos en el bol y batimos un par de minutos hasta que espumen un poquito. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo a velocidad 4 dos o tres minutos hasta que la mezcla tenga un color más clarito. 



  •  Agregamos el aceite en forma de hilo y dos cucharaditas de vainilla. Batimos un par de minutos más a velocidad 4. 


  • Quitamos las varillas y colocamos la pala K de nuestro robot. Añadimos los ingredientes secos que habíamos reservado tamizados y batimos a velocidad mínima, solo lo justo hasta que tengamos una mezcla homogénea. 
  • A éstas alturas ya tendremos lista la buttermilk, la agregamos al bol y batimos a velocidad mínima hasta que esté integrada; pero sin batir en exceso. 


  • Quitamos el bol del robot e incorporamos el colorante en pasta, vamos removiendo con la espátula con movimientos suaves hasta integrarlo todo, y nos quede de un bonito color rojo intenso brillante. Podemos añadir un poquito más hasta conseguir el color deseado. 



  • Ponemos las dos cucharadas de vinagre en un vaso, añadimos el bicarbonato, disolvemos y cuando está espumando lo añadimos rápidamente a la masa y lo repartimos por toda la mezcla.


  • Engrasamos el molde a utilizar con mantequilla y un poco de harina. Podemos utilizar 3 moldes de 15 cm. y repartir en ellos la mezcla por igual. Para ello la podemos pesar y repartir según peso, o bien con una cuchara de helados ir poniendo cucharadas de masa en los moldes. Yo he utilizado un molde de 20 cm. y he preparado dos bizcochos. 
  • Metemos el molde, o los moldes, en el horno precalentado y horneamos, si es un molde de 20 cm. unos 40 minutos, si es en moldes de 15 cm. unos 25 o 30 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo salga limpio. 
  • Recién salidos del horno los dejamos reposar sobre una rejilla durante diez minutos. Dejamos que templen un poco más y con una lira o cuchillo afilado cortamos la parte superior del bizcocho y los envolvemos en film transparente, aun templados. Llevamos a la nevera y dejamos reposar mínimo 4 horas antes de rellenar. Aunque es preferible preparar los bizcochos el día anterior, ya que así tienen más tiempo de reposo y la receta no se hace tan laboriosa. 




  • Ahora vamos a preparar el frosting. Para ello ponemos en el bol del robot la mantequilla, que tendremos bastante rato a temperatura ambiente, en  trocitos. Y con la pala K batimos a velocidad máxima durante 5 minutos. Así conseguimos que la mantequilla nos quede más blanquita y esponjosa.
  • Tamizamos el icing sugar (azúcar glass), este paso es muy importante para evitar que se apelmace por la humedad. Lo incorporamos al bol con la mantequilla y batimos a velocidad baja hasta que se integre un poco, para que el azúcar no salpique por todos sitios. Cuando esté integrado subimos la velocidad al máximo y batimos durante 5 minutos. 
  • Pasado el tiempo tendremos una crema blanquita y aireada. 


  • Agregamos el queso crema y seguimos batiendo durante 2 minutos más para integrarlo por completo en la mezcla. 


  •      Ahora vamos a montar la tarta.

  •  En una base para tartas o en la fuente donde la vayamos a presentar, ponemos 3 puntitos de frosting para fijar el primer bizcocho. Con el frosting en una manga pastelera lo cubrimos haciendo una espiral. Esta es una manera muy fácil de repartir la crema por igual en toda la capa. Ponemos el siguiente bizcocho y repetimos el paso de antes. También podemos poner el relleno con una espátula, procurando dejar la superficie lo más recta posible. Ponemos la última capa de bizcocho, boca abajo para conseguir un borde superior perfecto.
  • Ahora con la espátula ponemos crema en los laterales de la tarta, no es necesario poner demasiada, ya que ahora únicamente estamos haciendo la capa recoge migas. Esta capa es importante para que todas las migas del bizcocho queden selladas y no se desprendan al poner la capa definitiva. Cubrimos la parte superior y con la espátula igualamos para dejar la tarta recta. Llevamos a la nevera y dejamos reposar 15 minutos para que la capa de frosting endurezca un poquito y sea más fácil poner la cobertura definitiva.



  •       Sacamos la tarta de la nevera y ponemos nuevamente crema por todo el lateral creando una capa más gruesa. Cuando terminemos los laterales cubrimos la parte superior. Con un alisador o la paleta igualamos la superficie de la tarta.  Por los laterales vamos pasando el alisador o una rasqueta hasta que la dejemos lo más lisa posible. 




  • Ahora ya la podemos decorar a nuestro gusto. Yo la he decorado haciendo flores con el mismo frosting, 4 en blanco  de tamaño medio, con la boquilla 1M de wilton y tres más pequeñas tiñendo el frosting con el colorante rojo,  con otra boquilla estrellada y unas perlas de azúcar encima.  El contorno bajo de la tarta lo he rodeado de bizcocho desmigado, de los trozos que le cortamos para igualarlos




jueves, 11 de febrero de 2021

ALITAS DE POLLO A LA BARBACOA, CRUJIENTES


 

La receta de hoy es estupenda, un ingrediente sencillo, económico y que prácticamente gusta a todos. Por lo menos así ocurre en mi casa, nos gustan mucho las alitas, aunque sean simplemente fritas, bien doraditas, están estupendas. Las de hoy quedan espectaculares, van lacadas con una salsa barbacoa, al final de la cocción en el horno, que es lo que hacen que queden con un bonito color y muy, muy crujientes. Si te gustan las alitas,  no te puedes perder éstas recetas Alitas de pollo a la mielAlitas de pollo al curry




ALITAS DE POLLO A LA BARBACOA CRUJIENTES


INGREDIENTES:

1 Kg de alitas de pollo

4 o 5 cucharadas de salsa barbacoa

40 ml. de salsa de soja

20 gr. de maicena

Para marinar las alitas:

1 litro de agua

60 gr. de sal, aproximadamente

15 gr. de azúcar

4 rodajas de limón

4 clavos de olor

30 gr. de pimentón dulce

1 cucharada de pimienta negra en grano

1 cucharada del molinillo de pimientas variadas

2 hojas de laurel


PREPARACIÓN:

  • Limpiamos las alitas de los restos de plumas que pudieran tener. A mi me gusta dejarlas enteras, pero va al gusto de cada uno, se puede cortar por la mitad perfectamente. 
  • Ahora vamos a preparar la marinada, preferiblemente la noche anterior, para que absorban mejor todo el sabor. Si  no es posible con dos o tres horas será suficiente, aunque no queden tan sabrosas.
  • Ponemos el agua en un recipiente hondo, donde vayan a caber todas las alitas. Disolvemos la sal y el azúcar completamente y vamos añadiendo todos los ingredientes de la marinada: las rodajas de limón, los clavos de olor, la pimienta molida, el laurel, el pimentón y la pimienta negra en grano. Removemos bien hasta que todo quede perfectamente integrado.
  • Introducimos las alitas en la marinada y vamos removiendo para que todas queden cubiertas por completo. Tapamos el recipiente e introducimos en la nevera toda la noche. 



  • Al día siguiente, precalentamos el horno a 180º. 
  • Sacamos las alitas de la marinada y las vamos colocando sobre papel absorbente de cocina para retirarles el exceso de líquido. 
  • Colocamos una bandeja de horno con papel vegetal y vamos colocando las alitas por toda la bandeja, procurando que no queden amontonadas. 
  • No hay que añadirles nada, ya que al estar toda la noche en la marinada ya han cogido la sal y el sabor necesario. Tampoco añadiremos aceite, ya que con la grasa que tienen  las propias  alitas será suficiente para que se asen. 
  • Introducimos las alitas en el horno y las dejamos unos 40 minutos para que queden bien tiernas antes de ponerles el lacado que hará que el exterior quede bien crujiente. 



  • Mientras se van haciendo las alitas, vamos a preparar la mezcla para lacarlas. En un bol colocamos la maicena, añadimos unas gotas de agua fría y mezclamos con una cuchara hasta que se disuelva completamente en el líquido. 
  • Agregamos la salsa de soja y 4 o 5 cucharadas de salsa barbacoa, según nos guste más o menos el sabor. Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados. 
  • Sacamos las alitas del horno y subimos la temperatura a 220º. 
  • Pincelamos ligeramente las alitas con la mezcla que hemos hecho y las introducimos de nuevo en el horno unos 20 minutos más. En éste tiempo vamos sacando y pincelando cada alita con una capa ligera de laca por todos lados, cada cinco minutos aproximadamente; hasta que estén hechas y con la piel bien crujiente. 



  • Podemos servir las alitas con más salsa barbacoa en una salsera aparte, para quien quiera ponerles por encima. 






martes, 2 de febrero de 2021

ALBÓNDIGAS DE MERLUZA EN SALSA


 

Hoy una receta de pescado muy saludable, ya que aparte de que las albóndigas son de merluza, van cocidas al vapor, restando así calorías al plato; eso sí, van acompañadas de una salsa con almejas y gambas, convirtiéndola en una receta de diez. También puede ser una buena manera de hacer que los más reacios a comer pescado, como pueden ser los niños, lo hagan casi sin darse cuenta. 




ALBÓNDIGAS DE MERLUZA EN SALSA


INGREDIENTES:

500 gr. de filetes de merluza sin piel ni espinas

2 dientes de ajo

Perejil fresco (o seco en su defecto)

2 rebanadas de pan de molde sin corteza

Leche

1 huevo

2 cucharadas de pan rallado

Sal y pimienta negra recién molida

Para la salsa:

200 gr. de gambas peladas

300 gr. de almejas

40 gr. de aceite de oliva, virgen extra

1 cebolla

1 diente de ajo

1 vasito de vino blanco

600 gr. de caldo de pescado

Harina

Unas hebras de azafrán

Una cucharadita de café de pimentón dulce


PREPARACIÓN:

  • Desmenuzamos el pan de molde, lo ponemos en un bol,  le añadimos un chorreón de leche y lo dejamos que empape. 
  • Cortamos en trozos los filetes de merluza, yo he utilizado lomos, tanto éstos como las gambas y almejas congelados, los lomos y las gambas los he dejado descongelar en la nevera; así quedan muy bien. Y las almejas las he añadido a la salsa los últimos minutos sin descongelar. 


  • Ponemos dos dientes de ajo en el vaso de la mambo con un puñadito de perejil. Picamos a velocidad 6 durante 8 o 10 segundos. Bajamos los restos hacía las cuchillas, si vemos que no están bien picados, le damos unos segundos más.
  •  Añadimos 30 gr. de aceite de oliva y sofreímos 2 minutos, velocidad 1 temperatura 100º, potencia calórica 8.
  • Echamos la merluza en el vaso, escurrimos el pan de molde de la leche y lo incorporamos al vaso. Programamos 5 minutos, velocidad 1 temperatura 100º y potencia calórica 8. Dejamos templar la masa unos minutos.
  • En un plato batimos un huevo, le ponemos un poco de sal y pimienta, cuando la masa esté templada lo añadimos al vaso, incorporamos dos cucharadas de pan rallado, ponemos un poco de sal y pimienta molida y mezclamos unos segundos a velocidad 4. Removemos con una espátula para obtener una mezcla homogénea. Tenemos que conseguir una masa que podamos manejar para formar las albóndigas, pero no añadir mucho pan rallado porque si no nos quedarían más compactas  y luego no quedan esponjosas. A mi particularmente me gustan blanditas. 


  • Cogemos la bandeja de la vaporera la pintamos con un poco de aceite de oliva, vamos formando las albóndigas y las vamos colocando en la bandeja. Si nos falta espacio, pincelamos la vaporera y colocamos las albóndigas, pero teniendo la precaución de dejar las ranuras despejadas para que pueda salir el vapor. Yo he tenido suficiente con la bandeja.


  • Ahora vamos a preparar la salsa, ponemos una cebolla mediana en cuartos en el vaso, un diente de ajo y trituramos a velocidad 6 unos 10 segundos. Bajamos los restos hacía las cuchillas, agregamos 40 gr. de aceite y programamos 7 minutos velocidad 1 temperatura 100º, potencia calórica 6. Añadimos una cucharada sopera de harina y una cucharadita de café de pimentón, donde no estén las cuchillas, programamos 1 minuto, velocidad 2, temperatura 100º potencia calórica 7. 


  • Incorporamos el vino blanco y programamos 2 minutos, velocidad 2, temperatura 100º potencia calórica 6. Agregamos 600 gr. de caldo de pescado, unas hebras de azafrán, removemos todo bien para que no se quede pegado nada a las cuchillas porque si no nos haría vapor. 



  • Colocamos la vaporera encima del vaso y programamos 20 minutos, velocidad 0 120º potencia calórica 10. Pasado el tiempo quitamos la vaporera y con cuidado de no quemarnos quitamos la tapa y comprobamos que las albóndigas estén hechas.
  • Trituramos la salsa en velocidad 8.

  • Pasamos la salsa a una cacerola baja, colocamos las albóndigas y llevamos al fuego para reducir la salsa, añadimos las almejas y las gambas y tenemos cociendo unos cinco minutos, hasta que las almejas se hayan abierto. 


  • Espolvoreamos con perejil picado y listas para servir. 


Tradicional:
  • Desmenuzamos el pan de molde, lo ponemos en un bol, le echamos un chorreón de leche y lo dejamos que empape.
  • Cortamos en trozos los filetes de merluza y los picamos con la picadora pero a velocidad baja para que no queden muy picados. Yo he utilizado lomos, tanto éstos como las gambas los he dejado descongelar en la nevera, así quedan muy bien. Y las almejas las he añadido a la salsa los últimos minutos sin descongelar.  
  • Trituramos dos dientes de ajo con un puñado de perejil y sofreímos en tres cucharadas de aceite, con cuidado de no quemarlo. Añadimos la merluza, escurrimos el pan de molde de la leche y lo incorporamos, mezclamos y sofreímos 5 minutos. Apartamos la sarten del fuego y dejamos la masa templar unos minutos. 
  • En un plato batimos el huevo, le ponemos un poco de sal y pimienta y lo añadimos a la masa. Incorporamos dos cucharadas de pan rallado, ponemos sal y pimienta y removemos bien hasta obtener una masa homogénea. Tenemos que conseguir una masa que podamos manejar para formar las albóndigas, pero no añadir mucho pan rallado porque si no, nos quedarían más compactas y luego no quedan esponjosas. A mi particularmente me gustan blanditas. 
  • Vamos formando las albóndigas, las pasamos ligeramente por harina y las vamos friendo en una sartén. Las vamos sacando a un plato con un papel de cocina para que absorban el exceso de grasa. 
  • Ahora vamos a preparar la salsa, trituramos una cebolla mediana y un diente de ajo; sofreímos en un poco de aceite de oliva, cuando la cebolla esté pochada añadimos una cucharada sopera de harina, sofreímos un par de minutos y añadimos una cucharadita de pimentón dulce, damos unas vueltas. Incorporamos el vino blanco, removemos y dejamos un par de minutos para que evapore el alcohol. Añadimos el caldo de pescado, unas hebras de azafrán, removemos bien y dejamos cociendo unos diez minutos. Trituramos la salsa, la pasamos por el chino y la ponemos en una cacerola baja, añadimos las albóndigas y ponemos a hervir para reducir la salsa unos minutos. Comprobamos de sal y rectificamos si es necesario. 
  • Añadimos las gambas y las almejas y dejamos cocer cinco minutos más. hasta que las almejas se hayan abierto. Espolvoreamos con perejil picado y listas para servir.