Ésta es una de esas recetas que surgen de la improvisación para arreglar un desaguisado, nunca mejor dicho. El otro día compré los ingredientes para preparar un plato tradicional de mi pueblo que me gusta mucho, guiso de morcilla, las morcillas estaban muy tiernas y al intentar sofreírlas se me abrieron. ¿Qué hacía, cómo las iba a tirar?.Entonces recordé que en alguna ocasión había visto cocinar las morcillas desmigadas, sin tripa; dicho y echo una deliciosa combinación de manzana y morcilla, y unos piñones crujientes. El resultado nos sorprendió muchísimo, está buenísimo y es una estupenda opción también como aperitivo, ya que lo podemos servir tanto en tartaletas como encima de tostaditas.
REVUELTO DE MORCILLA
INGREDIENTES:
2 morcillas de cebolla
1 manzana pequeña, del tipo que más nos guste
1 huevo
Un puñado de piñones
Aceite de oliva, virgen extra
PREPARACIÓN:
- Quitamos la piel a las morcillas, las desmenuzamos y las freímos en una sartén con un pelín de aceite. Cuando veamos que ha cambiado de color, y está hecha, retiramos a un plato y reservamos.
- Pelamos la manzana y la cortamos en cuadritos
- Ponemos los piñones en una sartén sin nada de aceite, y les vamos dando vueltas hasta que estén tostados. Reservamos.
- Cuando los daditos de manzana estén doraditos añadimos la morcilla, a la que habremos quitado toda la grasa posible, y los piñones y removemos bien.
- Incorporamos el huevo, añadimos un pelín de sal y cuajamos sin pasarnos mucho, que nos quede cremoso. Ya tenemos listo el revuelto, para comerlo así tal cual acompañado de un buen pan o bien servido en tartaletas o encima de tostaditas.
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