GARBANZOS CON OREJA Y CHORIZO

Ya parece que el frío ha llegado para quedarse entre nosotros; ésta semana las temperaturas han bajado muchísimo, y nada mejor para combatir el frío que los platos de cuchara, sobre todo si entre sus ingredientes se encuentran las legumbres. En la receta de hoy combinamos los garbanzos con la oreja de cerdo y el chorizo; he utilizado también gueña,  un embutido típico de la Sierra de Alcaraz, que me encanta. El resultado un plato contundente, que nos va a hacer entrar en calor en un plis plas. 

GARBANZOS CON OREJA Y CHORIZO

INGREDIENTES:

1/2 Kg. de garbanzos

1 oreja de cerdo

2 chorizos
1 gueña
1 cebolla mediana
2 cucharadas de tomate frito, o salsa de tomate

1 hoja de laurel

1/2 cucharadita de comino molido (opcional)

1 cucharadita de pimentón dulce de la Vera
Aceite de oliva virgen extra
Sal


PREPARACIÓN:

• La noche anterior ponemos los garbanzos en agua y los dejamos en remojo toda la noche, hasta la mañana siguiente. 
• Ponemos la olla  expres al fuego con agua y la hoja de laurel.
• Cortamos la oreja en cuadritos medianos.

• Cuando el agua rompa a hervir echamos los garbanzos y la oreja. Tapamos la olla y dejamos cocer. Aquí cada cual conoce su olla y sus legumbres, yo he necesitado una hora y cuarto. 
• Mientras ponemos una sartén al fuego sin nada de aceite, cuando esté caliente echamos los chorizos y la gueña y sofreímos en su propia grasa. 

• Apartamos y cortamos en rodajas. Reservamos. 
• Partimos la cebolla en cuadritos y la ponemos a pochar en una sartén.

• Cuando la cebolla esté doradita, añadimos el tomate frito, dejamos un par de minutos, incorporamos el pimentón y la cucharadita de cominos, removemos y apartamos del fuego para evitar que se nos queme. 

•  Si cuando destapemos la olla vemos que tiene mucho caldo, quitamos un poco, eso va en gustos, yo no he quitado, no me gusta que queden secos. 
• Añadimos el sofrito a la olla, removemos, agregamos el chorizo, y dejamos que hierva todo junto a fuego fuerte,  unos cinco minutos, nos debe quedar un caldito trabado. Rectificamos de sal, si es necesario, apartamos del fuego y dejamos reposar un rato. Mejor de un día para otro.