Poco a poco parece que todos vamos volviendo a la rutina. Atrás quedaron los días de grandes comidas con familiares y amigos, reuniones, viajes... en definitiva un mes de diciembre lleno de fiestas, comidas copiosas y dulces por doquier. Ya iba apeteciendo volver a las comidas y cenas de diario, con productos sencillos, como es esta estupenda tortilla de calabacín y jamón serrano. Yo utilizaba el calabacín en la tortilla de patatas, pero desde que descubrí ésta tortilla en el blog de "webos fritos", me encantó y ya la he repetido unas cuantas veces.
TORTILLA DE CALABACÍN
INGREDIENTES:
1 calabacín
1 cebolla mediana o dos pequeñas
1 tarrina de taquitos de jamón serrano o 100 gr. en una loncha gruesa.
4 huevos L
Aceite de oliva, virgen extra
Sal
PREPARACIÓN:
- Lavamos el calabacín, lo secamos y lo cortamos en rodajas, no muy gruesas, sin quitarle la piel.
- Lavamos la cebolla y la cortamos en pluma o juliana fina.
- Si tenemos el jamón serrano en una loncha lo cortamos en taquitos.
- Echamos un chorreón de aceite en una sartén y cuando esté caliente ponemos a freír la cebolla e fuego medio, para evitar que se nos queme. Cuando esté bien pochada, la sacamos del aceite y la ponemos en un colador para que escurra el aceite. Reservamos.
- En ése mismo aceite freímos el calabacín, los primeros minutos tapado y luego sin tapa; hasta dejarlo ni muy pasado ni muy entero. Sacamos del aceite y ponemos en un colador igualmente. Reservamos.
- Echamos el jamón y damos un par de vueltas, solo unos segundos. Reservamos.
- En un bol batimos los huevos, salamos ligeramente ya que el jamón tiene sal. Cuando tengamos los huevos batidos echamos el jamón, la cebolla y el calabacín y removemos para que todo se impregne de huevo.
- En una buena sartén antiadherente ponemos dos cucharadas del aceite que antes hemos utilizado para freír la cebolla, el calabacín y el jamón.
- Cuando el aceite esté caliente, echamos la mezcla del huevo y dejamos un par de minutos a fuego vivo moviendo la sartén por el mango. Cuando la tengamos cuajada por ese lado, le damos la vuelta con la ayuda de un vuelve-tortillas o una fuente grande. Bajamos el fuego, para que cuaje por dentro y ya la dejamos al gusto de cada uno. En casa nos gusta blandita, que quede cuajada pero jugosa.
Notas: Indudablemente si en ésta receta utilizamos jamón ibérico y huevos camperos mucho mejor, dará a la tortilla un sabor espectacular, pero no es necesario, se puede adaptar perfectamente al bolsillo de cada casa.
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