Llega el fin de semana y como que nos apetece ir de tapas, en ésta ocasión lo vamos a hacer en casa, de la mano de una tapa de origen madrileño tan típica en nuestro país como son las patatas bravas. Una receta con mil y una versiones, muy fácil de preparar y que gusta a todos. Lo importante es escoger una buena patata, un buen pimentón y darle el punto de picante que más se ajuste a nuestros gustos, en casa nos gustan picantitas por eso utilizo mezcla de pimentón dulce y picante. Acompañadas de una cervecita bien fría, no hay quien se resista, vamos que son un visto y no visto en la mesa.
PATATAS BRAVAS
INGREDIENTES:
3 o 4 patatas grandes
Aceite de oliva, virgen extra
90 gr. de cebolla
1 diente de ajo
2 cucharadas de harina
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de pimentón picante
300 gr. de agua
Media pastilla de caldo de ave o carne
Sal
PREPARACIÓN:
- Lo primero que vamos a hacer es preparar la salsa. Para ello picamos la cebolla y el ajo muy menuditos. Ponemos 4 o 5 cucharadas de aceite en una sarten y los pochamos a fuego medio hasta que estén transparentes.
- Apartamos la sarten del fuego agregamos las dos cucharaditas de pimentón y removemos bien. Si nos gusta mucho el picante podemos poner las dos cucharadas de pimentón picante.
- Agregamos la harina y sofreímos un minuto, a fuego bajo, sin parar de remover.
- Incorporamos el agua y la media pastilla de caldo y ponemos a cocer sin parar de remover hasta que la salsa espese.
- La ponemos en el vaso de la batidora y trituramos. Para que nos quede la salsa más fina la pasamos por el chino y reservamos. Si vemos que nos ha quedado muy líquida podemos ponerla a fuego medio unos minutos hasta que nos quede la textura deseada.
- Ahora vamos con las patatas. Pelamos las patatas y las cortamos en trozos irregulares, de bocado.
- Ponemos al fuego una cacerola con aceite suficiente para cubrir las patatas; calentamos pero no excesivamente, echamos las patatas y las vamos confitando hasta que estén cocidas por dentro, entonces subimos el fuego y freímos a fuego fuerte hasta que estén doradas. De ésta manera nos quedaran unas patatas blanditas por dentro, pero crujientes por fuera.
- Sacamos a un plato con un papel de cocina y salamos ligeramente.
- Calentamos la salsa, pasamos las patatas a la fuente o recipiente donde las vayamos a servir, echamos unas cucharadas de salsa por encima y servimos el resto de la salsa en una salsera aparte para que quien quiera pueda servirse más; a mi particularmente no me gusta que las patatas estén encharcadas de salsa.
esta salsa tiene muy buena pinta. La verdad es que esto de las bravas es un misterio,de un sitio a otro la salsa es totalmente diferente, y lo que en un lugar son las auténticas en otro lugar no lo son
ResponderEliminarLa salsa está deliciosa, y la verdad como se hace en tantos lugares de España, hay mil y una versiones. Ésta es muy buena receta, y desde que la descubrí, es la que hago, en casa les encanta.
ResponderEliminarBesos guapa