Y seguimos con recetas del día a día para ir volviendo a la normalidad, que ya se echaba de menos. En ésta ocasión unas sencillísimas alitas de pollo crujientes, que además se cocinan al mismo tiempo que su guarnición, unas patatas asadas; con lo cual nos viene perfecto, y todo el trabajo lo hace prácticamente el horno. Las alitas quedan sin nada de grasa, crujientitas y las patatas bien tiernas.
ALITAS DE POLLO CRUJIENTES
INGREDIENTES:
Para el rebozado de las alitas:
16 alitas de pollo
6 cucharadas soperas de maicena
1 cucharada sopera de pimentón dulce
1 cucharada sopera de ajo en polvo
1 cucharada sopera de especias para pollo al limón de todo especias (pueden ser de otra marca, o las que más os gusten)
1 cucharada de postre de sal
Pimienta recién molida, al gusto
Aceite de oliva, virgen extra
Para las patatas:
Patatas según los comensales, de tamaño mediano
Pimentón dulce
Pimienta negra, recién molida
Sal
Aceite de oliva, virgen extra
PREPARACIÓN:
- Limpiamos bien las alitas de cualquier pluma que les pueda quedar, las partimos por la mitad, desechamos las puntas y las salpimentamos bien.
- Ahora vamos a preparar el rebozado de las alitas, para ello en un bol mezclamos la maicena, las especias para pollo (yo las compro en @todoespecias.com, tienen muchísima variedad de mezclas, a cual más ricas, todas sin sal añadida. Podéis utilizar otra mezcla que os guste, u omitirlas), el pimentón, el ajo en polvo, la sal y la pimienta; removemos para que todo quede bien integrado.
- Ahora vamos pasando las alitas por la mezcla, que queden bien impregnadas por todos sitios, les sacudimos el exceso de harina, las rociamos con un pelín de aceite, las volvemos a rebozar en la mezcla y las vamos colocando encima de la rejilla del horno; hasta terminar con todas.
- Ahora vamos a preparar las patatas, las pelamos y cortamos por la mitad, les hacemos unos cortes en diagonal en forma de rombo y las colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Les ponemos sal, pimienta molida, un poco de pimentón dulce y un chorreoncito de aceite de oliva.
- Ponemos la rejilla con las alitas encima de la bandeja de las patatas. Rociamos las alitas con aceite de oliva y reservamos, mientras se precalienta el horno.
- Precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo.
- Cuando el horno haya alcanzado la temperatura, metemos la bandeja con las alitas y horneamos 30 minutos.
- Pasado éste tiempo, sacamos la rejilla, y damos la vuelta a todas las alitas, las volvemos a meter al horno y las tenemos otros 30 minutos.
- Pasado el tiempo, comprobamos y si ya están a tu gusto, las puedes sacar y comerlas. Yo he aumentado la temperatura del horno a 240º con aire, he puesto las bandejas en la mitad del horno y las he tenido otros cinco minutos, para que quedasen más doraditas.
- Y ya podemos disfrutar de unas estupendas alitas, que quedan sin nada de grasa y muy crujientes.
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