PASTEL DE QUESO JAPONES

Me encantan las tartas de queso, por eso cuando veo alguna que no he hecho, la anoto para ver qué tal. Ésta receta de hoy triunfó por éstos mundos blogeriles hace ya un par de años, creo que debo ser la única que todavía no la había hecho, aunque a partir de hoy creo que se va a convertir en mi favorita. Tiene una textura deliciosa, suave, se deshace en la boca, uhm!!!! irresistible, es un no poder parar. 

PASTEL DE QUESO JAPONES

INGREDIENTES:

250 gr. de queso cremoso (el de untar)   

100 gr. de queso en porciones 

100 gr. de leche 

50 gr. de mantequilla, a temperatura ambiente

6 huevos

150 gr. de azúcar

60 gr. de harina de repostería

20 gr. de Maicena

1 sobre blanco de gasificante 

1 cucharada de zumo de limón

ralladura de un limón grande

PREPARACIÓN:

Mycook

Precalentamos el horno a 150º, calor arriba y abajo. Colocamos una bandeja con agua caliente, en la que luego nos quepa el molde del pastel.

Separamos las claras de las yemas de los huevos.

En el vaso de la mycook ponemos los dos tipos de queso, la mantequilla y la leche (1), y programamos 15 segundos velocidad 5. 

Añadimos la harina, las yemas, la maicena, el zumo de limón y la ralladura (2) y mezclamos 15 segundos velocidad 5 (3). 

En un bol con las varillas eléctricas montamos la claras con el sobre de gasificante, cuando estén casi montadas vamos añadiendo poco a poco el azúcar, hasta que nos quede un merengue bien firme (4).

Unimos éste merengue a la mezcla de queso, poco a poco muy suavemente y con movimientos envolventes (5), nos quedará una mezcla muy esponjosa tipo mousse (6).

Untamos un molde con mantequilla y espolvoreamos con harina (7). Vertemos la mezcla anterior y damos  unos golpes al molde contra la encimera para igualar la mezcla (8 y 9).

Metemos el molde en el horno y cocemos al baño María durante una hora y quince minutos aproximadamente (recordad que el agua del baño ha de estar caliente, cuando introducimos el molde en ella).

Una vez pasado el tiempo, apagamos el horno y dejamos el pastel dentro, con la puerta entreabierta, hasta que esté frío completamente. Desmoldamos, reservamos en la nevera y a la hora de servir, decoramos con azúcar glass.

Modo tradicional:

Ponemos en  un cazo la mantequilla, la calentamos un poco, añadimos los quesos, y la leche y vamos removiendo hasta obtener una mezcla homogénea.

Separamos las claras de las yemas, las claras las montamos, como hemos explicado en el apartado anterior. 

Batimos las yemas, agregamos el azúcar,  el limón y la ralladura, la harina y la maicena; mezclamos bien y las añadimos al cazo donde tenemos la mezcla de quesos y leche. Dejamos que enfríe un poco la mezcla y le incorporamos las claras montadas, poco a poco, como hemos explicado antes.

Horneamos tal como hemos hecho anteriormente.