miércoles, 31 de enero de 2018

HORNAZO O "MONA DE PASCUA SALADA"



Ya tenemos aquí a la vuelta de la esquina el Carnaval y con el la Cuaresma, y aquí en mi tierra el inicio lo marca "Jueves lardero", una fiesta popular con muchísimos años de antigüedad, donde grandes y pequeños disfrutan de un bollo al que aquí en Albacete denominamos "mona", de ahí que en muchos sitios a éste día se le llame "el día de la mona". Las hay dulces y saladas, y lo que todas tienen en común es el huevo cocido en el centro. Aunque desde hace varios años, las dulces también se suelen hacer con huevo Kinder, y esto si que es lo máximo para los más pequeños de la casa. En ésta ocasión me he decantado por hacer la "mona salada", un verdadero lujo, ha sido todo un éxito en casa. La he cubierto de chorizo, gueña (un embutido típico de la sierra de Alcaraz), pimiento rojo y el huevo, por supuesto. Pero podemos ponerle lo que más nos guste, pimiento verde, sardinas saladas, panceta, etc...




Aquí tenéis la versión dulce Mona de Pascua dulce






HORNAZO





INGREDIENTES:
Para la masa:

500 gr. de harina de trigo
10 gr. de sal
35 ml. de aceite de oliva virgen extra
300 ml. de agua fría
4 gr. de levadura seca de panadero o 10 de levadura fresca

Para poner encima:

Chorizo y gueña
Pimiento rojo
Huevo cocido
Sal gorda

PREPARACIÓN:

  • Ponemos el gancho de amasar en el robot de cocina, en el bol colocamos la harina, la sal y el aceite y empezamos a amasar a baja velocidad y vamos añadiendo poco a poco el agua hasta que la harina la haya absorbido por completo. Incrementamos una velocidad más y continuamos amasando, en éste momento agregamos la levadura y seguimos hasta que la masa esté lisa y se despegue de las paredes del bol, unos 9 o 10 minutos. También podemos pasar la masa a la encimera, una vez que haya absorbido el agua y amasar a mano unos 10 0 12 minutos, que es lo que he hecho yo, me encanta amasar a mano. Cuando la masa esté lista hacemos una bola. 



  • Pintamos levemente un bol con un poco de aceite, colocamos la bola de masa en él y tapamos con un paño de cocina, o como hago yo con un gorro de ducha de plástico que tengo para éste fin, levar las masas ya que así no entra aire alguno. Dejamos reposar en un lugar cálido una hora y media mínimo, hasta que la masa haya doblado el volumen. El tiempo también dependerá de lo caldeada que esté la estancia donde tengamos la masa. 
  • Pasado el tiempo de reposo, sacamos la masa del bol, con una rasqueta para no desgarrarla, la dividimos en dos porciones iguales, en éste caso fueron de 400 gr. cada una; formamos una barra sin punta con cada porción, cubrimos con un paño y dejamos levar nuevamente durante 90 minutos. 




  • Mientras ponemos un pelín de aceite en una sartén y pasamos los chorizos y las gueñas por ella, sofriéndolos a fuego lento hasta que estén hechos. De ésta manera, soltarán parte de la grasa, con la que luego pintaremos el hornazo. Reservamos. 
  • Ponemos los huevos en un cazo, añadimos un pelín de sal y llevamos al fuego, cuando el agua rompa a hervir mantenemos 4 minutos. Apartamos del fuego, sacamos del cazo y reservamos. 
  • Lavamos el pimiento y cortamos en tiras gruesas. Reservamos. 
  • Pasado el tiempo de reposo colocamos cada barra de masa encima de un papel de horno, aplastamos con las manos de manera irregular, colocamos encima de cada masa, el chorizo, la gueña, un huevo y unas tiras de pimiento; volvemos a tapar con un paño y dejamos levar nuevamente durante otros 90 minutos. 



  • Precalentamos el horno a 220º. Pasado el tiempo de reposo, pintamos los hornazos con la grasa de freír la gueña y el chorizo, si nos falta podemos hacerlo con aceite de oliva. Espolvoreamos ligeramente con sal gorda y horneamos durante 20 minutos aproximadamente, hasta que la veamos dorada. 


  • Sacamos del horno y dejamos enfriar. Podemos comerla tanto fría como templada, de las dos formas está buenísima. 





sábado, 27 de enero de 2018

PATATAS BRAVAS



Llega el fin de semana y como que nos apetece ir de tapas, en ésta ocasión lo vamos a hacer en casa, de la mano de una tapa de origen madrileño  tan típica en nuestro país como son las patatas bravas. Una receta con mil y una versiones, muy fácil de preparar y que gusta a todos. Lo importante es escoger una buena patata, un buen pimentón y darle el punto de picante que más se ajuste a nuestros gustos, en casa nos gustan picantitas por eso utilizo mezcla de pimentón dulce y picante. Acompañadas de una cervecita bien fría, no hay quien se resista, vamos que son un visto y no visto en la mesa. 




PATATAS BRAVAS


INGREDIENTES:

3 o 4 patatas grandes
Aceite de oliva, virgen extra
90 gr. de cebolla
1 diente de ajo
2 cucharadas de harina
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de pimentón picante
300 gr. de agua
Media pastilla de caldo de ave o carne
Sal


PREPARACIÓN:

  • Lo primero que vamos a hacer es preparar la salsa. Para ello picamos la cebolla y el ajo muy menuditos. Ponemos 4 o 5 cucharadas de aceite en una sarten y los pochamos a fuego medio hasta que estén transparentes. 
  • Apartamos la sarten del fuego agregamos las dos cucharaditas de pimentón y removemos bien. Si nos gusta mucho el picante podemos poner las dos cucharadas de pimentón picante. 



  • Agregamos la harina y sofreímos un minuto, a fuego bajo, sin parar de remover. 
  • Incorporamos el agua y la media pastilla de caldo y ponemos a cocer sin parar de remover hasta que la salsa espese.




  • La ponemos en el vaso de la batidora y trituramos. Para que nos quede la salsa más fina la pasamos por el chino y reservamos. Si vemos que nos ha quedado muy líquida podemos ponerla a fuego medio unos minutos hasta que nos quede la textura deseada.


  • Ahora vamos con las patatas. Pelamos las patatas y las cortamos en trozos irregulares, de bocado. 
  • Ponemos al fuego una cacerola con aceite suficiente para cubrir las patatas; calentamos pero no excesivamente, echamos las patatas y las vamos confitando hasta que estén cocidas por dentro, entonces subimos el fuego y freímos a fuego fuerte hasta que estén doradas. De ésta manera nos quedaran unas patatas blanditas por dentro, pero crujientes por fuera. 
  • Sacamos a un plato con un papel de cocina y salamos ligeramente. 
  • Calentamos la salsa, pasamos las patatas a la fuente o recipiente donde las vayamos a servir, echamos unas cucharadas de salsa por encima y servimos el resto de la salsa en una salsera aparte para que quien quiera pueda servirse más; a mi particularmente no me gusta que las patatas estén encharcadas de salsa.


martes, 23 de enero de 2018

BIZCOCHO CON CREMA DE CACAO CASERA




Bueno como ya hace algunos días que dejamos atrás los excesos navideños, pues como que ya va apeteciendo algo dulce. Y quién se puede resistir a un delicioso bizcocho, que además lo vamos a rellenar y decorar con una fantástica crema de cacao y avellanas casera. Yo ya os aseguro que no me puedo resistir, la bollería casera me encanta, y los que me conocéis sabéis que el chocolate me pierde, por eso ésta crema de chocolate y avellanas es una perdición, eso sí, sana; nada de grasa de palma, ni ningún conservante ni aditivo; una forma segura de darle a nuestros hijos la tan deseada "nocilla o nutella", pero sabiendo que comen sano y natural. Se conserva en la nevera hasta dos semanas, y congela estupendamente bien, por eso como con las medidas de la receta sale bastante cantidad, podemos envasarla en varios botes y bien congelarla o guardarla en la nevera, según nuestras necesidades. Podéis utilizar el tipo de bizcocho que más os guste, yo prefiero hacer éste sencillo, sin ninguna historia, para poder apreciar mejor el fantástico sabor de la crema. 


BIZCOCHO CON CREMA DE CACAO CASERA


INGREDIENTES:
Crema de cacao:

100 gr. de avellanas peladas y tostadas
150 gr. de azúcar
100 gr. de chocolate fondant
100 gr. de chocolate con leche
100 gr. de chocolate blanco
200 gr. de leche entera
150 gr. de aceite de girasol

Bizcocho:
4 huevos L
180 gr. de azúcar
125 gr. de aceite de oliva suave
200 gr. de harina de reposteria
Medio sobre de levadura
1 cucharadita de aroma de vainilla
Una pizca de sal

PREPARACIÓN:

  • Lo primero que haremos será preparar la crema de cacao. Para ello trituramos las avellanas, con el accesorio picador hasta que estén molidas. Reservamos. 
  • Troceamos los chocolates. Reservamos.  




  • En un cazo ponemos la leche, el aceite de girasol y el azúcar, removemos,  calentamos a fuego bajo, removiendo para que se disuelva el azúcar y no se pegue. 





  • Cuando la mezcla esté caliente, añadimos el chocolate y las avellanas y mantenemos a fuego bajo removiendo con las varillas siete u ocho minutos, hasta que todo esté completamente disuelto y tengamos una mezcla homogénea. 




  • Retiramos del fuego y colocamos en un bol de cristal hasta que enfríe. Reservamos.


  • Ahora vamos a preparar el bizcocho. Para ello separamos las claras de las yemas y colocamos éstas últimas en el bol, de nuestro robot de cocina, junto con 100 gr. de azúcar, colocamos las varillas y montamos varios minutos hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina que haya doblado el volumen de la mezcla inicial. 
  • Añadimos la cucharadita de vainilla y el aceite, quitamos las varillas y colocamos la pala de mezclar y mezclamos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. 
  • Precalentamos el horno a 180º.


  • Tamizamos la harina con la levadura, la añadimos a la preparación anterior y mezclamos hasta que se integre por completo. Reservamos.
  • Limpiamos el bol, ponemos las varillas y montamos las claras con una pizca de sal, cuando estén casi montadas añadimos el resto del  azúcar y seguimos batiendo hasta obtener un merengue firme y que haga picos. 
  • Con la ayuda de una espátula, vamos añadiendo las claras montadas a la preparación anterior, en varias tandas y con movimientos envolventes, para evitar que nos baje la mezcla. 


  • Colocamos la mitad de la mezcla, en un molde con un papel de hornear en el fondo. 
  • Ahora vamos cogiendo cucharadas de la crema de cacao, que ya estará fría, y las vamos poniendo encima de la masa de bizcocho, por todo el molde. 
  • Después colocamos el resto de la masa encima de la crema. 



  • Damos unos golpes al molde contra la encimera, para quitar posibles burbujas de aire. 
  • Horneamos a 180º, durante 45 o 50 minutos, eso como siempre digo, depende de cada horno.  Comprobamos que esta hecho, pinchando con una aguja, si sale limpia ya está, si no mantenemos unos minutos más. Sacamos del horno, esperamos cinco minutos, para no quemarnos, desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar sobre una rejilla.


  • Cuando el bizcocho esté completamente frío, lo pasamos a la bandeja donde lo vayamos a servir. 


  • En un decopen, o una manga pastelera con una boquilla fina y lisa, colocamos un poco de crema de cacao y vamos haciendo hilos de chocolate, o lo que nos guste,  por encima del bizcocho. 



lunes, 15 de enero de 2018

CHAMPIÑONES EN SALSA DE PIMENTÓN



Aunque nos parezca mentira  ya llevamos medio mes de éste nuevo año y yo sigo con propuestas con ingredientes sanos y con pocas calorías para ir contrarrestando los excesos pasados; como ésta estupenda receta, sacada del blog de Ana Sevilla, que sabéis que me encanta. Aunque tengo que decir, que a pesar de ser un plato con un ingrediente principal muy poco calórico y totalmente apto para dieta, hay que preparar una buena barra de pan, porque la salsita está de muerte y no se puede parar de mojar. Además ésta es una receta que bien nos puede servir como guarnición o como un entrante. 



CHAMPIÑONES EN SALSA DE PIMENTÓN


INGREDIENTES:

Medio kilo de champiñón
4 dientes de ajo
100 gr. de vino blanco
1 cucharada sopera de pan rallado
1 cucharadita de pimentón dulce o picante, al gusto, o mezcla de ámbos
Perejil
Pimienta molida
Sal
Aceite de oliva, virgen extra


PREPARACIÓN:

  • Lo primero que haremos será limpiar los champiñones y cortarlos en láminas. A mi no me gusta lavarlos bajo del grifo porque luego sueltan mucho agua, por eso les quito la tierra con un paño húmedo. También me gusta utilizar champiñón de la variedad Portobello, unos champiñones con mucho más sabor, aunque éste día no los tenía.
  • Majamos en el mortero dos dientes de ajo, con un poco de sal; añadimos un puñado de perejil seco y reservamos. 



  • Picamos los otros dos dientes de ajo bien pequeñitos y los sofreímos en un poco de aceite, sin que lleguen a tomar color. 
  • Agregamos los champiñones laminados y sofreímos 3 o 4 minutos. 
  • Incorporamos el pimentón, sofreímos un minuto más removiendo constantemente para evitar que se nos queme. Retiramos del fuego. 



  • Al majado que tenemos reservado en el mortero le añadimos el vino blanco, mezclamos y lo incorporamos a la cacerola. Dejamos un par de minutos para que evapore el alcohol. 



  • Añadimos la cucharada de pan rallado, unas vueltas del molinillo de pimienta y rectificamos de sal, si es necesario.


  •  Guisamos tapados a fuego medio unos diez minutos, hasta que estén hechos, pero sin pasarlos. 



miércoles, 10 de enero de 2018

TORTILLA DE CALABACÍN



Poco a poco parece que todos vamos volviendo a la rutina. Atrás quedaron los días de grandes comidas con familiares y amigos, reuniones, viajes... en definitiva un mes de diciembre lleno de fiestas, comidas copiosas y dulces por doquier. Ya iba apeteciendo volver a las comidas y cenas de diario, con productos sencillos, como es esta estupenda tortilla de calabacín y jamón serrano. Yo utilizaba el calabacín en la tortilla de patatas, pero desde que descubrí ésta tortilla en el blog de "webos fritos", me encantó y ya la he repetido unas cuantas veces. 



TORTILLA DE CALABACÍN


INGREDIENTES:

1 calabacín
1 cebolla mediana o dos pequeñas
1 tarrina de taquitos de jamón serrano o 100 gr. en una loncha gruesa. 
4 huevos L
Aceite de oliva, virgen extra
Sal

PREPARACIÓN:

  • Lavamos el calabacín, lo secamos y lo cortamos en rodajas, no muy gruesas, sin quitarle la piel. 
  • Lavamos la cebolla y la cortamos en pluma o juliana fina.
  • Si tenemos el jamón serrano en una loncha lo cortamos en taquitos. 



  • Echamos un chorreón de aceite en una sartén y cuando esté caliente ponemos a freír la cebolla e fuego medio, para evitar que se nos queme. Cuando esté bien pochada, la sacamos del aceite y la ponemos en un colador para que escurra el aceite. Reservamos. 



  • En ése mismo aceite freímos el calabacín, los primeros minutos tapado y luego sin tapa; hasta dejarlo ni muy pasado ni muy entero. Sacamos del aceite y ponemos en un colador igualmente. Reservamos. 
  • Echamos el jamón y damos un par de vueltas, solo unos segundos. Reservamos. 


  • En un bol batimos los huevos, salamos ligeramente ya que el jamón tiene sal. Cuando tengamos los huevos batidos echamos el jamón, la cebolla y el calabacín y removemos para que todo se impregne de huevo. 


  • En una buena sartén antiadherente ponemos dos cucharadas del aceite que antes hemos utilizado para freír la cebolla, el calabacín y el jamón. 


  • Cuando el aceite esté caliente, echamos la mezcla del huevo y dejamos un par de minutos a fuego vivo moviendo la sartén por el mango. Cuando la tengamos cuajada por ese lado, le damos la vuelta con la ayuda de un vuelve-tortillas o una fuente grande. Bajamos el fuego, para que cuaje por dentro y ya la dejamos al gusto de cada uno. En casa nos gusta blandita, que quede cuajada pero  jugosa.


Notas: Indudablemente si en ésta receta utilizamos jamón ibérico  y huevos camperos mucho mejor, dará a la tortilla un sabor espectacular, pero no es necesario, se puede adaptar perfectamente al bolsillo de cada casa.