Hoy vengo con un entrante, para un día de fiesta, o para darnos un pequeño "homenaje" cuando lo deseemos. La recete la he copiado del blog "la cocinita de marisalas"; ella los ha llamado "langostinos al whisky con guindilla", yo lo he cambiado el nombre, ya que la salsa tiene un contraste muy especial entre dulce y salado. Es una receta muy sencilla, económica y super fácil de hacer, además como se hacen en el horno nos da mucho juego en la cocina, ya que los podemos dejar preparados un rato antes y luego sólo meterlos al horno y mientras ponemos la mesa los tenemos listos.
LANGOSTINOS EN SALSA AGRIDULCE
INGREDIENTES:
32 langostinos crudos
180 gr. de azúcar moreno
90 ml. de whisky
ralladura de una lima
el zumo de dos limas
una guindilla
aceite de oliva, virgen extra.
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será triturar el azúcar moreno hasta convertirlo en polvo (1). Lo ponemos en un cazo y añadimos el whisky y el zumo de las dos limas (2 y 3). Lo ponemos a fuego fuerte hasta que rompa a hervir (4), entonces bajamos el fuego y lo tenemos cocinando a fuego lento unos siete minutos aproximadamente. Reservamos.
Ahora pelamos los langostinos, dejándoles la cola (5). Los colocamos artísticamente en una fuente bonita, que pueda ir al horno (6); les echamos un chorreón de aceite de oliva, la guindilla cortada en trocitos y tres cuartas partes de la salsa que hemos preparado con el whisky (7).
Precalentamos el horno a 200º y horneamos durante 7 u 8 minutos, aproximadamente (dependerá del tamaño de los langostinos). El resto de la salsa la podemos poner en una salsera aparte por si algún comensal quiere añadirle más.
Notas: Tened preparada una buena barra de pan, ya que la salsita está de muerte.
La cantidad de langostinos es orientativa, yo he puesto 8 por comensal; si son más grandes puedes reducir la ración.
He aprovechado las cabezas y las cascaras de los langostinos para hacer un concentrado de marisco, que podemos congelar, para preparar una sopa o un arroz.