sábado, 17 de noviembre de 2018

JUDIAS BLANCAS CON NÍSCALOS Y PERDIZ EN ESCABECHE


Hoy un plato de esos con sabor a tradición, con sabor a otoño y a recetas de antaño. En éste plato combino dos ingredientes que me gustan mucho como son los níscalos y el escabeche. Me encanta ponerle níscalos a los guisos ya que le dan un sabor espectacular. Y el escabeche también me gusta mucho, por eso todos los otoños procuro hacer este plato un par de veces. 



JUDIAS BLANCAS CON NÍSCALOS Y PERDIZ EN ESCABECHE


INGREDIENTES:

Judias blancas
1 cebolla
1 clavo de olor
1 hoja de laurel
1 cabeza de ajos, no muy grande
Níscalos
1 bote de perdiz en escabeche
Pimentón
Aceite de oliva, virgen extra
Sal

PREPARACIÓN:

  • Ponemos las judías blancas a remojar en abundante agua el día anterior. 
  • Al día siguiente comenzamos a preparar las judías limpiando a conciencia los níscalos, eliminando cualquier resto de tierra que pudieran tener. Los cortamos en trozos más o menos del mismo tamaño, ponemos un poco de aceite en una sarten, echamos los níscalos y los freímos un poco, solamente dos o tres minutos. Apartamos del fuego y reservamos. Éste paso podemos saltarlo y una vez limpios los níscalos echarlos directamente a la olla. 
  • Echamos las judías en la olla expres, añadimos la cebolla entera con el clavo pinchado en ella y la cabeza de ajos



  • Añadimos los níscalos, una cucharadita de pimentón, la hoja de laurel y una cucharada de aceite de oliva. 
  • Cubrimos con agua fría, dos dedos por encima de las judías,  cerramos la olla y ponemos al fuego. Cuando la válvula  haya subido, bajamos el fuego y dejamos cocer diez minutos. 
  • Cuando podamos abrir la olla, volvemos a poner a fuego bajo hasta que estén tiernas. Si a lo largo de la cocción vemos que les falta agua, se le puede ir añadiendo, siempre fría. 


  • Cuando las judías estén cocidas, retiramos la hoja de laurel, los ajos y la cebolla. 


  • Incorporamos el bote de perdiz en escabeche con todo el caldo incluido y dejamos cocer, siempre a fuego bajo para evitar que las judías se rompan, otros diez minutos para que cojan todo el sabor. 



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